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Cuando el dolor a en la zona pélvica o abdominal se normaliza
Puede que haga tiempo que sientas dolor a nivel pélvico abdominal o por la zona púbica y lo hayas atribuido a diferentes causas transitorias, incluso puede que te hayas medicado con algún analgésico. Es muy frecuente, mucho más de lo deseable, que las mujeres no consultemos a ningún especialista hasta transcurrido bastante tiempo. Siempre hay algo que nos parece más importante que nuestra salud y bienestar (¿curiosos, verdad?). En este artículo queremos orientarte en el autoconocimiento del dolor para luego poder conocer las causas de este dolor que está afectando tu calidad de vida.
No estás sola
En un estudio (1) realizado en Méjico en 2005 con 1307 mujeres de 25 a 54 años de edad, se calculó la prevalencia a 12 meses de cada condición reportadas por las mujeres y se utilizó una regresión logística para evaluar la asociación entre el dolor pélvico y las características sociales, demográficas, antropométricas y reproductivas, así como otras condiciones médicas.
Sus resultados fueron que:

- De las 1007 mujeres que todavía menstruaban, el 40% tenía dolor pélvico durante la menstruación.
- De las 1183 mujeres sexualmente activas, un 12% reportaba dolor pélvico durante o después del coito.
- De las 1202 mujeres no embarazadas, el 6% reportaban dolor pélvico crónico.
→ En los análisis ajustados, tener una edad menor (25-34 años) o una ITS o una enfermedad inflamatoria pélvica, estuvo asociado con un mayor riesgo de dolor durante la menstruación y dolor pélvico crónico. Un indicador de la interacción entre la edad menor y una historia de ITS o EIP, estuvo asociado con un riesgo elevado de dolor pélvico vinculado con el coito.
→ Se reportaron como factores que interfieren con las actividades diarias el dolor pélvico crónico y el dolor durante la menstruación, con mayor frecuencia que el dolor pélvico asociado con la relación sexual.
→ La proporción de mujeres que habían conversado con un médico sobre su condición fue mayor en aquellas con dolor pélvico crónico (40%).
Según otro estudio (2) realizado por investigadores de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) y la Escuela de Medicina de la Universidad de Utah, en Salt Lake City, un alto porcentaje de mujeres en edad reproductiva puede estar teniendo dolor pélvico sin recibir tratamiento.
Los investigadores inscribieron a 473 mujeres entre los 18 y 44 años de edad en 14 centros quirúrgicos en Salt Lake City y San Francisco. Las mujeres estaban buscando atención médica o tratamiento para el dolor, por una masa o bulto en la zona pélvica, por infertilidad, irregularidades menstruales o por ligadura de trompas.
En una entrevista antes de la cirugía, se les preguntó a las mujeres sobre el tipo de dolor que habían tenido en los últimos seis meses y su nivel de gravedad. En total se les preguntó si tenían más de 17 tipos de dolor específicos relacionados con las relaciones sexuales, el período menstrual, la necesidad de orinar o la evacuación de las heces o con cualquier otro dolor, como dolor muscular o de las articulaciones, o dolor de cabeza por migraña. Además, se les pidió que indicaran dónde ellas sentían dolor mostrándoles dibujos de la zona pélvica y de una figura femenina de pie.

Este fue el resultado:
- Más del 30% informó tener dolor crónico y dolor cíclico de más de 6 meses de duración.
- Solo el 3% de la población total estudiada informó no tener ninguno de los 17 tipos de dolor, mientras que el 60% informó tener 6 o más tipos de dolor.
- El 40% aproximado de las participantes recibió diagnóstico de endometriosis. El 31% recibió diagnóstico de otras afecciones ginecológicas y el 29% de las mujeres restantes no había recibido ningún diagnóstico para su dolor.
No queremos consolarte con los datos, simplemente confirmarte que tu situación es relativamente frecuente.
En realidad el dolor es un síntoma de algo que está ocurriendo o de varias causas a la vez. Independientemente de cuáles sean los desencadenantes, si el dolor persiste en el tiempo tiene riesgo de cronificarse y a hacerte, cada vez, más sensible al dolor.
¿Cómo es el dolor?
El primer paso es conocer cómo es el dolor que sientes. Es importante que te fijes en cómo sientes el dolor: es constante, cólico (aprieta y afloja), varía a lo largo del día, te impide descansar, es cíclico (lo puedes relacionar fácilmente con tu fase menstrual). Es un dolor punzante, ardiente o te parece como rampas. También fíjate donde lo sitúas, si se desplaza o se queda fijo, si lo relacionas con la defecación, la micción o con las relaciones sexuales.
Pregúntate si se relaciona con algún tipo de alimento o coincide con las comidas más rápidas o copiosas. Puede que mejore cuando sientas movimientos intestinales o con la emisión de gases.
Si el dolor se calma en algún momento del día o en alguna posición o con algún movimiento, será importante que lo reconozcas. Tal vez hayas sentido este dolor en algún otro momento de tu vida o sea la primera vez que lo padeces.
Con toda esta información sabrás como es tu dolor y será más sencillo descubrir las causas que lo provocan y actuar para paliarlo.
¿Cuál puede ser la causa de mi dolor?
Las causas más frecuentes de dolor abdomino-pélvico en la mujer son:
- Síndrome del intestino irritable
- Síndrome de vejiga dolorosa
- Adherencias
- Causas musculoesqueléticas
- Endometriosis o adenomiosis
- Dolor menstrual (dismenorrea, apúntate esta palabra porque hablaremos bastante de ella)
Las causas más frecuentes de dolor perineal en la mujer son:
- Lesión perineal por episiotomía o laceración severa.
- Cistitis de repetición
- Vulvodinia
- Vaginosis bacteriana
- Vaginismo
- Síndrome miofascial suelo pélvico
- Hemorroides y fisuras anales
Como puedes ver hay muchas posibles causas de tu dolor y muchas otras que no están descritas aquí. Además, algunas de estas causas pueden afectar a otras partes y puede asociarse a otros síntomas como trastornos urinarios y/o gastrointestinales así como a cambios en tu estado mental, apareciendo ansiedad o depresión con relativa frecuencia
Tanto de la endometriosis como de la dismenorrea hablaremos en artículos específicos. Pero mientras, si quieres leer sobre cómo el ejercicio puede ayudarte con el dolor, lee nuestro artículos «El Ejercicio físico. Un gran enemigo del dolor.»
Sea cual sea la causa, es importante que lo consultes para valorarlo de forma global con personas especializadas en el tema y poder darle solución lo antes posible. Recuerda valorar cómo te sientes ya que la ansiedad, la depresión y los trastornos de sueño pueden ser la causa o la consecuencia del dolor. De ahí la importancia de un abordaje global de todos los aspectos de tu vida para darle solución al dolor.
Si consideras que podemos serte de ayuda con esta problemática, no dudes en ponerte en contacto con nosotras. Desde Dona Cíclica te ofreceremos un abordaje transdisciplinar completo donde tu serás el centro y guía de acción.
Te esperamos en el próximo artículo 🙂
Referencias
- Dolor pélvico y características asociadas en las mujeres del norte de México. Hilda García- Pérez, Sioban D. Harlow, Christine A. Erdmann y Catalina Denman. Perspectivas Internacionales en Salud Sexual y Reproductiva, número especial de 2011, pp. 22–30. Guttmacher institute
- Estudio de los NIH y la Universidad de Utah. Miércoles, Agosto 12, 2015. https://espanol.nichd.nih.gov/noticias/prensa/081215-dolor-pelvico