¿Te estresa la Navidad? Ayúdate de tus hormonas

En algunas ciudades las luces de Navidad ya se han encendido anunciando la llegada inminente de las Fiestas y, no sabemos si para ti es así, pero puede ser un periodo un poco ambivalente. Por un lado la alegría de tener tiempo para estar con la gente que queremos, pero por otro, el estrés de organizarlo todo y estar con esa gente que (igual) no queremos tanto…

¿No te pasa que el periodo previo a las Navidades, cuando tienes que prepararlo todo, activas el piloto automático, vas «pa’lante» y tú «desapareces»?

Bien, pues es en momentos como este, en el que conocernos es importantísimo para no «desaparecer».  Es evidente que hay cosas que «hay que hacer».  Reflexionar en el «cómo», es lo que nos va a ayudar a disfrutar mientras las hacemos.

Vivir la Navidad acorde a nuestra ciclicidad 

Puede que este artículo llegue «derrapando» o un poco tarde y  que algunas ya hayáis empezado a organizaros, pero creemos que aún estamos a tiempo de que podáis sacarle provecho a la información que os vamos a compartir.

Y es que queríamos recordarte, que conocer la biología detrás de cada fase, es fundamental si quieres aprovechar cada una de ellas para realizar las diferentes acciones que estas fiestas necesitan

Si todo esto te pilla de nuevas, te recomendamos que empieces antes de nada leyendo el artículo ​​ Ciclicidad femenina

Planificación ideal siguiendo las fases

La fase lútea es la fase ideal para planificar, organizar y organizarte. Los buenos niveles de PROGESTERONA característicos de esta fase nos van a permitir estar más calmadas, centradas y atentas gracias a su acción sobre el sistema nervioso como neurohormona.

Así que será EL MOMENTO para, por ejemplo, pensar los menús y ver qué vas a necesitar si tienes alguna comida familiar en casa, qué vamos a regalar, dónde podemos encontrarlo todo…

Fase lútea

O, si te vas de viaje, usa esta fase para pensar y preparar listas de lo que necesitas llevarte…

Vaya, que es un muy buen momento para ver qué tienes que hacer y planificar cómo hacerlo. También es la fase ideal para averiguar qué quieres y qué no quieres para estas fechas.

De ahí que en la fase menstrual, sea el momento en que te permitas parar, recogerte, descansar y reflexionar sobre cómo quieres encarar estas navidades. Anota en un papel todas las ideas, emociones y reflexiones que surjan y, si puedes, actúa en consecuencia.

Las fases folicular y ovulatoria, gracias a la subida exponencial de los niveles de ESTRÓGENOS, van a ser unas fases perfectas para pasar a la acción, poder ejecutar todos los planes y listas de la fase lútea. Hacer las compras, hablar con la gente con la que vas a verte para ultimar detalles, preparar las maletas, etc…

En estas fases además, nos vamos a beneficiar del efecto de los estrógenos sobre las áreas del lenguaje a nivel cerebral, teniendo mejor capacidad oratoria y de escucha. Que en definitiva, se resume en que es un momento genial para las relaciones interpersonales.

Fases folicular y lútea

Planificación real cuando el calendario no nos acompaña

Ahora tú estarás pensando:

«Para eso tengo que estar lútea la primera parte del mes, así me organizo; con la menstruación a la mitad, cuando aun tengo tiempo para descansar, y folicular y ovulatoria a finales, para darle caña a todo y estar súper social. Pero es que a mí la regla me viene el día 25.» 

¿Verdad?

Sí, sabemos que no a todas nos van a cuadrar las fases de manera ideal, de hecho es probable que nos baje la regla o tengamos el día más bajo de energía, justo cuando más a tope necesitamos estar. Todas conocemos el don de la oportunidad de nuestro ciclo.

Por eso, nuestra recomendación es: intenta (ahora que aun tenemos tiempo y, siempre, en la medida de lo posible) organizarte para poder respetar al máximo la fase en la que estés. Sobre todo la lútea y la menstrual que son las menos afines al «hacer, no parar, socializar».

Rebaja el ritmo si lo necesitas. Haz alguna meditación o practica algún ejercicio físico si sientes que estás sobrepasándote y sobreexigiéndote. Te ayudarán a mantener el nivel de energía y el centro, incluso a «resetearte». Consiguiendo de esta manera DISFRUTAR el máximo posible de estos días.

En definitiva, estés en la fase que estés, escúchate, respétate y, siempre que puedas, priorízate.

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